Nosotros
01/08/2019Me derrito en el chocolate de tus ojos, enredando mis dedos en la negra selva que es tu pelo.
Encierro entre mis piernas el mástil de tu velero, ansiando convertirme en tu puerto.
Me adentro en la llanura de tu pecho, atrapada entre las ramas de tu cuerpo, elevándome hacia el cielo.
Exhalo el aliento que me queda y hago mío el tuyo en un beso.
Las lenguas de fuego en que se convierten tus dedos, recorren grano a grano las montañas de arena que hay en mí.
Mordisqueo el lóbulo de tus sentidos, arañando este momento al olvido.
Me vences y la vida explota en el interior de la cueva de mis deseos.